sábado, 24 de octubre de 2009
Pobre Hipatia
Un buen amigo me ha enviado este artículo acerca de Hipatia, un botón de muestra (de los más moderados, de hecho) de toda la polvareda levantada por la, a mi parecer, estupenda película de Amenábar: http://www.larazon.es/noticia/desmontando-agora. Igual vale éste que cualquier otro para estrenarme en este blog recién parido y para dar respuesta a la multitud de provocaciones que mis muchos amigos cristianos me han dedicado en los últimos tiempos a raíz de esta cinta. Va por ustedes.
Yo creo que hay un valor que un ser humano en busca de la excelencia no ha de perder nunca de vista: es la caballerosidad. Tal y como yo la entiendo, tal virtud no remite en modo alguno a la galantería ni rezuma sexismo tal y como aquella es entendida modernamente (“no le abras la puerta a una señora”); ni siquiera tiene que correlacionar con las buenas maneras y la urbanidad. Se trata, muy apretadamente, de defender al débil siempre y bajo cualquier circunstancia. Se trata de un valor muy importante, y al final volveremos a ello.
Así las cosas, asisto más bien entristecido a esta algarabía de réplicas y contrarréplicas por algunos que se proclaman cristianos y heridos por la película, a este sorprendente afán por discutir lo indiscutible, por matizar lo inmatizable, y todo ello en presencia del cadáver apedreado de una mujer cuyo único crimen fue no pasar por el aro a la altura del siglo V de nuestra era. Por supuesto, Hipatia no murió con la lozanía que exhibe Rachel Weisz en la película. Por supuesto, los libros que los cristianos quemaron fueron los del Serapeo, y no los de la Magna Biblioteca. Y también, Sinesio murió antes que Hipatia (aunque en la cinta aquél no tenga un papel relevante en la ejecución de ésta). Pero todo ello forma parte de lo que en el argot se denominan “licencias dramáticas” , las mismas que hacen, por ejemplo, de Quo Vadis una película con no pocas barrabasadas históricas… sin que se haya oído voz alguna desde las huestes cristianas afeándole el gesto al bueno de Mervyn Leroy. No digamos mitigando los aplausos para Mel Gibson y su infumable y gore Pasión.
Tampoco veo por qué deberíamos rasgarnos las vestiduras porque abunden los libros acerca de Hipatia. Se llama olfato de marketing, creo. Amenábar es un gran director: lo que él filme gozará de publicidad gratuita, eso es todo. Tengo entendido que el año que a Brad Pitt le dio por perpetrar el personaje de Aquiles, las ventas de la Ilíada en España se cuadruplicaron o así –para gran regocijo de los ácaros hispánicos, que se pondrán las botas en las décadas venideras.
Pero vayamos paso por paso, para no perdernos. Dice nuestro animado abogado (del Estado y en este caso también del diablo), que la película postula:
1. “que la religiones generan odio y violencia”; bueno, que yo sepa, Amenábar no pontifica como aquí se sugiere sin decirse (quizás por pudor) que siempre lo hagan, sino que desde luego lo han hecho. En el caso concreto que nos ocupa y en unos doscientos mil más que cualquier persona con un cierto bagaje cultural sabrá relatar. Cicerón decía, a estos efectos: “si no conoces lo que pasó antes de que tú nacieras, serás siempre un niño”. Así es que la afirmación, en pasado, es rigurosamente cierta, y ciertamente negarla no es sino la pataleta de un niño.
2. “que el cristianismo es la más talibán de todas, y la que la empezó”. Esta parte de la película debí perdérmela, porque no recuerdo que se dijese tal cosa. Los paganos empiezan la pelea a golpe de machete; los judíos tienden una emboscada y masacran a los cristianos. ¿Dónde se establece ese ranking, y lo que es más extraño, dónde se extrapola el caso de Hipatia a la historia de la humanidad? La sugerencia ofendida huele a excusatio non petita, accusatio manifesta.
3. “ciencia y religión se enfrentan constantemente…”; véase punto 1. Ciencia y religión se han enfrentado una y otra vez en el pasado. Giordano Bruno, Servet, Galileo, el Martillo de Brujas, Kepler, Copérnico y un sinfín de nombres (y algunos cadáveres) dan cuenta de ese enfrentamiento. Aún hoy el Vaticano es incapaz de cerrar la boca en cuanto hace a la teoría de la evolución, por no hablar de la esperpéntica promoción del creacionismo en las cristianas escuelas de la primera potencia del mundo. Negar tal cosa es, de nuevo, pueril. Y desde luego, lo que la película no esboza, siquiera sugiere, es que tal enfrentamiento sea ineludible y haya de continuar. Decir tal cosa sería como afirmar, tras visionar Chicago, que la justicia fue, es y será una sucia componenda.
4. “que la Iglesia y la jerarquía son por definición intolerantes y fanáticos”. Saludamos aquí un nuevo logro de psicoanálisis fílmico por parte del señor Trillo, que es capaz de extraer de la descripción de un hecho histórico puntual, “manda huevos”, toda una premisa universal enunciada por parte de Amenábar, summo pontex del laicismo. Véase punto 1: Cirilo era un fanático, de la peor especie además. Que lo hicieran santo es una vergüenza: una de tantas, por cierto. Que haya un san Bernardo pero no un san Mahatma (es un poner) es como para troncharse, pero no creo que sea culpa de Amenábar. Si el susodicho abogado lo desea, puedo pasarle una lista de no menos de otros cien jerarcas eclesiásticos que han exhibido parecido talante a Cirilo, y algunos se han llevado también el correspondiente "Oscar del Vaticano".
5. Sobre la destrucción de libros y obstaculización del saber tampoco merece la pena discutir. Una vez más: no vi la parte de la película donde Amenábar sugería que toda la historia del cristianismo ha sido un constante deterioro de la cultura y el saber. Él cuenta un hecho aislado en el que así ocurrió; nosotros sabemos además que han sido muchísimos los libros prohibidos o quemados por el cristianismo y por otras religiones, del mismo modo que algunos saberes fueron respetados (exactamente los que no ponían en peligro el dogma vigente).
Si uno se da una vueltecita por la red descubre, espantado, como los que se sienten atacados por lo que es un necesario recordatorie del peligro de los dogmas (sobre todo cuando se combinan con la ignorancia), descubrirá dos argumentaciones básicas a la defensiva:
1ª El señor Amenábar no dice "todo el bien que el cristianismo le ha hecho a este mundo". Dejando para mejor ocasión si la cuenta de resultados sale "a favor o en contra", decir que probablemente el director haya tenido limitaciones de metraje como para abordar tan magna obra. O que simplemente no le venía en gana. Es como decir que una película sobre Auschwitz es "ideológica" porque ignora que Alemania nos dio a Kant, a Beethoven y a Beckenbauer.
2ª El señor Amenábar no refiere el mal que Hitler, Stalin o Pol-pot le hicieron al mundo. Pues vaya. Véase el punto anterior sobre el metraje o las ganas. O recuérdese, como hemos dicho, que a efectos de moraleja, la cruz o la svástika dan lo mismo, mientars que los que se la cuelguen al pecho sean fanáticos, homicidas y en fin, peligrosos borregos.
Y termino, enlazando con el tema central de la película, que es, según creo, el leitmotiv que el señor Trillo, ofuscado en manías persecutorias y olvidando su principal deber como caballero, no supo captar: que los dogmas generan odio y violencia porque no pueden ser sostenidos mediante argumentación. Y no los cristianos en concreto: los judíos, los musulmanes y los marxistas y nacionalistas, otro tanto. Que cuando un asunto queda fuera del diálogo racional (por ser inverosímil) y se convierte en asunto de fe, tarde o temprano hay que defenderlo con la espada.
O con un puñado de piedras. Y aquí es donde le voy a tirar de veras de las orejas al señor Trillo y a todos los que como él andan discutiendo si son galgos o son podencos cuando de lo que se trata es de reconocer que una señora que se esforzaba por saber y enseñar, que no le hizo daño a nadie, fue linchada hace algunos siglos por una panda de fanáticos a los que se les fue la mano al aplicar aquellas palabras de san Pablo en las que recomienda que la mujer se cubra y se calle en las Iglesias. Eso es un delito de lesa caballerosidad, porque siempre hay que estar con el más débil, que en este caso era una mujer alejandrina.
A ver si al final va a ser culpa de Hipatia que aquellos cabestros tuvieran una cruz colgada al cuello y comulgaran día sí, día también.
PD. Ideología (DRAE): “Conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona, colectividad o época, de un movimiento cultural, religioso o político, etc.”. Ergo la religión también es una ideología; cualquier conjunto de creencias lo es. Empecemos por llamar a las cosas por su nombre.
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Señor Sardá,
ResponderEliminarGracias por compartir su opinión con los demás, siempre admiro a los valientes, y esto es un acto de valentía.
Aplicaré el principio de caballerosidad, al que alude en su escrito, para, por esta vez justificar las reacciones “exageradas” que Ágora está provocando en personas creyentes del dogma cristiano.
El último programa que he visto del señor Eduard Punset, Redes, que es sin duda, en lo que a divulgación científica se refiere, lo mejor en televisión desde hace mucho tiempo (por eso lo mueven fuera del prime time siempre), trataba sobre el “stress”. En este, una reputada estudiosa del tema explicaba que, aquellas personas expuestas prolongadamente situaciones propicias de stress (efecto que producen en el organismo el conjunto de mecanismos corporales que preparan al individuo para luchar o huir del peligro), consiguen convivir con este sin llegar a la depresión, presentan una sintomatología típica que es la “respuesta exagerada” a estímulos que, en otras circunstancias, no lo merecerían.
Desde una posición de respeto por todas las creencias (mientras estas no socaven las libertades de las personas), entiendo que no son buenos tiempos para la cristiandad. Es fácil, a cualquier hora y desde cualquier medio, ver insultos velados y directos a este grupo de creyentes. He de aclarar en este punto que, no considerándome uno de estos, en general y con algunas excepciones (como siempre), me parecen personas movidas por un principio moral bondadoso (hablo de personas y no instituciones), y por eludir su primer golpe, diré que casi todas pondrían dinero de su bolsillo para comprar condones y evitar el contagio del SIDA en el tercer mundo (curiosa clasificación). Personalmente, no entiendo el afán por ridiculizar a este grupo, y entiendo que estén estresados. De ahí que tienda a ser indulgente con sus “respuestas exageradas”. Están estresados, se sienten atacados y reaccionan.
Mirando hacia atrás, todo puede ser justificado. Todo depende del interés del justificante, y he aquí el problema, demasiados manipuladores, que no observadores o interesados, mirando obsesivamente al pasado (mire que esto da mucho juego ante la sospechosa falta de interés en la cultura verdadera y el librepensamiento) y cortos de miras, sin querer realmente otro mundo futuro que no sea para su propio beneficio o del partido en el que se cobijan. Desconozco si el señor Amenaba o sus financiadores están en el grupo de los manipuladores, por eso tienen mis respetos a priori, pero también hoy, en una postura caballerosa, echo un capote a los débiles que conozco y quiero.
Si después de ver la película, que eso de ir al cine es casi misión imposible, si alguna certeza naciese en mi corazón (al que sigo ciegamente), tendré el gusto de compartirla con usted.
Esta es, también para mí, la primera vez que comparto mi pensamiento en la red. Como ve, somos muchos los catetos digitales.
Un abrazo.
Muchas gracias, René, por su comentario
ResponderEliminarPersonalmente, trato de cultivar tanta indulgencia como tú para los cristianos que se sienten atacados. Pero creo que en lugar de ser condescenciente con sus "estreses" (que supongo no serán mayores que los de los socialistas, los populares, los musulmanes o los materialistas que se encuentran igualmente cuestionados), mejor servicio les presto si les recuerdo que el cristianismo es y será siempre asunto de imitatio Christi, y no de dogmas.
Yo, con lo poco que conozco de los Evangelios, apostaría 7 a 1 con Jesús* hubiera estado con Hipatia, y no con Cirilo. Y por eso en el fondo he escrito este trocito.
Por otro lado, si lograse ver la película, no deje que las ramas le impidan ver el bosque, y así descubrirá que más allá de una denuncia del fanatismo, la cinta expone con mucha hermosura cuestiones áridas (y apasionantes) como el progresivo descubrimiento de las claves geométricas del movimiento de los planetas por parte de Ptolomeo, Aristarco y gente así. Y dese cuenta lo difícil que es contar la matraca e las elipses, las errantes y las formas perfectas como un poco de gracia, como ha hecho el ínclito Alejandro.
Que por cierto, su estrés también tendrá con la manta de insultos,improperios y falsedades que le ha caído encima.
Un abrazo
* (Esto me recuerda a una entrada del diccionario del diablo de Bierce: "Prójimo, s. Aquél a quien nos está ordenado amar como a nosotros mismos, pero que hace todo lo posible para que desobedezcamos)
Muy buenas, voy a ser muy breve porque podria ser censurado por comentar la pelicula sin haberla visto.
ResponderEliminarUna persona muy cercana a mi la ha visto, y con independencia de todo lo comentado me dice que el problema es que se nota que Amenabar tiene poco bagaje cultural del tema, no por los errores sino porque hace poco creible los personajes. La persona que me lo comenta, - que omito por no pedir permiso de dar su nombre - no es una persona creyente, catolico y de misa diaria o habitual..... encajaria en tu perfil de persona buscadora en general.
Mi punto de vista al no ver la pelicula no puedo darlo pero hay cierto tipo de directores que aunque su calidad no se discuta, desprenden un tufillo realmente anticlerical que lamentablemente -sobre todo para ellos- lastra sus peliculas pues se pierden en mensajes.
No tenia intencion de verla, quizas tras tus comentarios la vaya a ver y poder opinar, pero inicialmente no me seduce.
Pues te recomiendo que la veas. Más allá de un alegato contra el fanatismo (de cualquier pedigree), es un hermoso y contenido relato sobre la aventura astronómica. Las actuaciones son buenas (a mi entender)
ResponderEliminarYo me he visto todas las películas de Amanábar, y todavía estoy buscándole ese "tufillo general anticlerical"... ¿Algo más concreto podrías ser?
¡¡Hola, David!!
ResponderEliminarQué alegría que vas a romper la brecha digital que separa al mundo de tus conocimientos y de tu espítitu libre. Por fin. Estoy feliz.
No he visto la peli, pero tampoco me llama. Histórica y de Amenábar. Como que paso. No sabía nada de estas reacciones infantiloides entre los rancios, a mí me encantan, son muy divertidas.
Lo qué sí tengo que hacer es leerme el diccionario del diablo, ¿a que sí?
Lo dicho, que estoy feliz de tenerte más cerquita. Un abrazo gigante, que aunque sea virtual yo sé que lo vas a sentir.
Un beso Lu, gracias por la bienvenida
ResponderEliminarEl diccionario del diablo es brutal, te encantará.
aquí tienes uno:
http://www.librosgratisweb.com/pdf/bierce-ambrose/diccionario-del-diablo.pdf
Un par de páginas cada mañana y verás como encaras mejor el día
Besos
Me gustaria saber a quien va dirigido esto:
ResponderEliminar" No sabia nada de estas reacciones infantiloides entre los rancios, a mi me encantanon muy divertidas ".
imagino que se refiere a algo privado entre ella y tu david, ¿ no ?
David, bienvenido a la blogosfera. Buena entrada: generando polémica desde el minuto cero.
ResponderEliminarNo he visto la peli y no tenía intención, ya que me esperaba un teleflim de Antena3 de los de endespuesdecomé. No sé, igual me animo, aunque sea para ver por qué se ha montado esta agria polémica (me encanta usar esta expresión) en torno a la historia de Hipatia.
Por lo que he escuchado/leído, los ultrillas de salón están indignados porque se muestra a los cristianos un pelín fanáticos. Bueno, lo de siempre: los moros son unos peasos de cabrones que maltratan a las mujeres, los judíos crucificaron al niño Jesús... pero los cristinanos somos más güenos que el pan, así que, Amenábar, como te metas con nosotros te vas a enterar (que además eres maricón).
Algo así ha sido ¿no?
Hola, Raúl! Encantada de saludarte. No es mi intención ofender a nadie, y menos en casa de mi queridísimo David, es sólo que creo que el señor Trillo y muchas otras personas a las que yo denomino "rancios/as" le hacen un flaco favor a la Iglesia católica con esto de estar siempre tan a la defensiva. Ya ven ataques hasta donde no los hay, es sólo una película histórica, no entiendo la paranoia. ¿Por qué no se indignan con otras películas en las que se ensalza la violencia, el consumismo, el machismo o el racismo? Sinceramente creo que usando unos argumentos tan pueriles consiguen justamente lo contrario que persiguen. Definitivamente sí, parecen estresados. Es sólo mi opinión, claro.
ResponderEliminarObviamente David y yo tendremos nuestros chistes privados por aquí, nos gusta reírnos, sin maldad, espero que no se me malinterprete mucho.
Saludos!
Don Francisco era como la chinche de una silla de "anea", pongas las piernas como las pongas siempre encontraba cacha. Hay quien se dedica a eso. A pinchar cacha sin fin alguno.
ResponderEliminarDicho esto, he visto la película y para mi la esencia del tema es la muerte de la razón, reflejada por la protagonista. Cuando en cualquiera de los sentidos que queramos tomarla, (en este caso religioso)si no somos capaces de asimilarla y usar de ella terminamos por destruirla con ideas partidistas y sectarias que en ocasiones nada tienen que ver sus desarrollos con la idea primera que se predica. Si Cristo predicó el amor,¿cómo los hombres llevamos teniendo como base esta idea, desembocamos en la guerra y la destrucción? Es el eterno dilema de los cristianos, y una de las consecuencias es la muerte de la razón, con la que se acaba cuando no se impone el diálogo y lo hacen los extremismos del tipo que sean.
De todas maneras es una película tecnicamente impecable, limpia, que dirian los de Fama, aunque estoy de acuerdo en la frialdad de algunos de los personajes principales.¿Cómo adivinar lo que expresaban y sentian a una distancia tan enorme en el tiempo y visto siempre desde nuestros filtros?
Un abrazo david. ¿Que tal el tobillo?Aunque no nos veamos en los partidos, estoy dispuesto a seguirte en esto.
Muchas gracias, David, por contarme entre tus elegidos para conocer de tu debut como Bloguero.Desde el minuto uno este lugar se ha convertido en Lectura de referencia.
ResponderEliminarEn referencia a la pelicula, logicamente la vi como mandan los canones, dentro de los tres siguientes dias a su estreno,ya sabes mi opinión : Propaganda de quien todos sabemos financiada por sus imperios mediáticos Cuatro y La Sexta.
Lastima que este joven y exprometedor director se vendiera a estos menesteres
Lo dicho un honor, animo y adelante
Muchas gracias Koloke por la bienvenida
ResponderEliminarLa verdad es que no se tratade crear polémica por que sí. Se trata más bien de recordar a la gente que más importante que portar esta o aquella bandera, hay que estar con el que sufre, con el débil, con el impotente. A ver si esta generación nuestra (y las que vienen) pasa un poco más del cainismo y un poco menos de lo que nos hace ser humanos.
Pienso ponerme mucho más liviano y menos toca narices en próximas ediciones.
Muchas gracias Quevedo
ResponderEliminarnos une la afición por la chinche. Yo a la gente valiente y con ingenio le perdono casi todo, y don Francisco era las dos cosas (o eso creo).
El tobillo mejora a buen ritmo; estoy deseando volver a corretear por la cancha, a demostrar que sin físico ni talento todavía se puede hacer algo con el corazón (Y ¿no fue Quevedo el que dijo el amor es la última filosofía?)
Lex Luthor, tú y yo no estaremos nunca de acuerdo en según qué cosas, pero igual te voy a querer, porque de lo que se trata es de compartir algunas cosas, diferir en otras, tenerse afecto y saber hablarse todo el rato.
ResponderEliminarPero todo no van a ser buenas noticias: que sepas que lo del complot judeo-masónico no es que sea rancio, que diría Lu, es que está caducadísimo.
Quevedo: Hace tiempo que se rememoran las andanzas de un pasado inmediato en series de televisión, foros, mensajitos,... mucha foto y música de los 60 y 70 que nos evocan que existimos pero desde luego no aquello de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Hay algo en lo que me gustaría comentaros que pienso que si lo fue. Me refiero a todo lo que llevaba al hombre y sobre todo a los jóvenes a la palabra COMPROMISO. Primero se rompía con los caducos, aquellos que nos anudaban al sufrido pasado de nuestros padres, y por otro se creaban los nuevos, sobre todo en temas de ideales, pensamiento y actividad política para conseguir unas libertades que tenemos, al menos en papeles. Eran compromisos que los jóvenes españoles iban adquiriendo consigo mismos y con su sociedad y su tiempo. Hoy pienso que no existe ni siquiera la conciencia social de aquellos compromisos de nuestros padres por parte de una juventud apática socialmente que se ha dormido en la cultura del "bienestar".¿No es así como comienzan a flaquear losmuros de las viejas culturas y los cimientos de los imperios? Pienso que hay mucha opinión y muy poco compromiso con lo que se habla en todos los ambientes. ¿Qué os parece? Mismamente nos sigue sirviendo el ejemplo de Hipátia, consecuente con sus ideas y comprometida con ellas hasta el final.Saludos
ResponderEliminarEso me recuerda a la canción que veíamos el otro día en un grupo de conversación en inglés que hemos montado en la empresa. La canción es "Class" de Chicago: es irónica, es triste y es divertida: dos mujeres (estpendas latifah Queen y Catherine Zeta-Jones) cantan que si ya no hay modales, que si ya no hay caballerosidad, que si la sociedad esto y el mundo lo otro... La cuestión es que las que cantan están en la cárcel por alcahueta y por asesina respectivamente.
ResponderEliminarY yo me pregunto, ¿qué ideales tenemos los padres? ¿Trabajar más, tener un coche mejor, irnos más veces de viaje, tener el último gadget? ¿No será esto como lo de los padres que se quejan de que sus niños no leen cuando ellos no cogen un libro así los maten?
En plan autocrítica, vaya.
hola Lu, simplement sonó un poco mal lo de rancios.... (vamos que parecia que me metias en el saco, y te puedo garantizar que no soy suceptible).
ResponderEliminaryo tambien considero rancios a muchos que defienden a la Iglesia catolica y ven ataques en todos lados; aunque los hay tampoco hay que emparanollarse....
La verdad es que un blog tiene la cosa que cada amigo tiene una manera especial de comunicarse con el autor y el resto pueden quedar un poco en fuera de juego.
Pasa un poco como cuando te encuentras a tres amigos a la vez y a cada uno lo tratas de una manera porque cada uno tiene una sensibilidad, con cada uno tienes un grado de amistad distinta y se conoce de un circulo distinto...
Pero tiene su gracia...