Hay que acercarse a la carnicería, porque lo que nos hace falta no viene en bandejitas de poliespán. Necesitamos dos contramuslos deshuesados y abiertos por cabeza. También:
- ciruelas pasas (3 por cabeza)
- orejones de albaricoque (2 por cabeza)
- nueces (2 por cabeza)
- unas salchichas frescas de calidad (3 por cabeza)
- piñones (unos pocos)
- Pedro Ximenez
- Vinho de Porto
- Caldo de carne (en cubitos si no haya más remedio)
- Aceite de oliva virgen extra
- Maicena
- Unas hierbas frecas al gusto (romero y tomillo, por ejemplo; un poco de canela no le va mal)
- Sal, pimienta
.... e hilo de bramante para atar.
Arrancamos: remojamos en Pedro Ximenez las ciruelas y los orejones picados, una media hora. Después, lo unimos a los piñones y las nueces picadas y el relleno de las salchichas (los caballeros sabrán muy bien como retirarle el pellejo a las susodichas) - todo eso forma la farsa. Con ella rellenamos el pollo, salpimentamos (poco, ojo que el caldo de carne sala), lo atamos con el bramante, y lo doramos a fuego hirviendo en aceite. Añadimos las hierbas, el oporto, el caldo, y cocemos todo cubierto en la olla a fuego medio unos 20 minutos. Después retiramos la tapa y el pollo, y mientras retiramos el hilo subimos el fuego para que el caldo reduzca hasta casi salsa. Engordamos la salsa con maicena con una pizca de agua y servimos.
En total, una hora. Juro por mis maltrechas y herrumbrosas sartenes que queda como de restaurante.
Que ustedes lo disfruten (y no se olviden del pan pa' mojar)
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