domingo, 1 de mayo de 2011

Knock, knock, knocking on heavens doors


Yo no sé qué les cuentan a mis hijos antes de venir al mundo. Lo cierto es que, unos antes que otros, todos tienen prisa por venir. No más alcanzamos la semana 34 y Víctor Amador, que así esperamos que se llame, aporrea la puerta con fuerza. Para los legos y los que lo olvidaron, los suyo son entre 38 y 42. A su madre, tras varios meses de patearle los riñones (lo primero que haremos será apuntarle a clases de karate), la tiene prostrada, y ya barajamos muy seriamente la perspectiva de que sea el primero que nos nazca castigado.

Hay un proverbio árabe que nos recuerda que el paraíso vive bajo los pies de las madres. Hasta yo, que he sido un descastado y un chulito en la defensa de mi independencia, debo reconocer que es cierto. Le debo unos pocos "te quiero" a la mia mamma por eso. Siendo así, parece que #3 está eso, aporreando las puertas del cielo, del paraíso, de este Valhala particularísimo que estamos erigiendo en Tomares, Sevilla, España, Europa, la Tierra. Y lo hace bastante más al estilo de Mr. Rose que de Mr. Dylan, por cierto.

Pues Víctor, te digo lo que a tus hermanos: ven cuando te de la gana, pero ven bien, y si es posible, si no te importa vamos, respeta un poco a la madre que se dispone a parirte. Que te estás jugando no cobrar paga hasta los 22, campeón.

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